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Las 4 dimensiones del propósito

Actualizado: 7 dic 2023

 “Nosotros ya construimos el propósito de nuestra organización, esa pega ya la hicimos”- escucho decir constantemente a los líderes de las organizaciones. Sin embargo, desde una perspectiva sistémica, el propósito es inherente a los sistemas y por lo tanto, no construído. El propósito es la razón de existir en el momento presente. Por lo tanto, el verdadero propósito necesita ser  descubierto y articulado, en lugar de construído e inventado.


El propósito es el orden más profundo de las organizaciones y, junto con sus principios constitutivos, responde a la profunda pregunta de cuál es el lugar y la función de una organización en el mundo. 

 

Este propósito, según Edward Rowland y Sarah Rozwenthuler, tiene cuatro dimensiones, las que están presente al mismo tiempo. (Hoy uno escucha mucho hablar de propósito, y la mayoría de las veces, los diferentes modelos de propósito que dan vuelta consideran solo una).

 

• Propósito heredado o fundacional: ¿Porqué fundó el fundador esta empresa/organización? ¿Es recordado y respetado? El propósito fundacional debe ser conocido y siempre respetado. Pero ojo, el propósito debe evolucionar continuamente para cumplir con las necesidades cambiantes del mercado y la sociedad.

 

• Propósito declarado: Este es el que normalmente conocemos y colgamos de una pared. Pero la pregunta es, ¿hasta qué punto la organización vive y encarna este propósito declarado? Y ¿Lo actualizamos cada cierto tiempo?

 

• Propósito vivido o encarnado: Es lo que hacemos el dia a dia, independiente de lo que decimos que hacemos, o de lo que queremos hacer. Aquí radica parte importante del propósito, porque normalmente el propósito declarado es una mera declaración de intenciones desconectado de la realidad.

 

• Propósito Verdadero: Mas allá de lo heredado, lo que decimos que hacemos y lo que hacemos, hay una razón de vida. Esto se siente, se vibra, e inspira. Al constelar nos ponemos en contacto con una energía que va más allá de nuestro intelecto, inesperada, que a veces cambia incluso la identidad de nuestra organización. Es una fuerza que comúnmente viene del futuro, y que nos llama a evolucionar.

 

Al conectarnos con estas 4 dimensiones podemos escribir un propósito. Y, siguiendo la sugerencia de una empresa con la que trabajé, puede ser el Propósito Minímo Viable. Una declaración que nos sirve hoy, entendiendo que esto va a evolucionar, pero es lo suficientemente viable como para representarnos e inspirar.

 

Edward Rowland siempre dice que conectarnos con este Propósito Verdadero no es lo difícil, lo difícil es mantenerlo, porque los patrones y fuerzas de desorden de nuestras organizaciones comúnmente nos llevan a desconectarnos de esta energía y caemos en modos de actuar y de vivir la organización que se desonecta del propósito verdadero. Es por esto que ejercicios constantes en el equipo de introspección y reflexión son necesarias para tener equipos y organizaciones lideradas por el propósito en servicio a lo que la vida (en los clientes) quiere de ellas.

 

¿Hasta qué punto las personas, incluidos los clientes, entienden el propósito de la organización? ¿En qué medida 'ilumina el ecosistema'? ¿Cómo podemos ir más allá? ¿Y qué tenemos que dejar ir u ordenar para que esto suceda. Estas son algunas preguntas útiles a utilizar.

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